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Mejor mascarilla para prevenir el contagio por coronavirus

¿Cómo se contagia el coronavirus?

Coronavirus

La pandemia de Covid-19, causada por el virus SARS-CoV2, ha trastocado nuestras vidas desde marzo de 2020. Este nuevo virus al que nos estamos enfrentando tiene la característica de tener una alta capacidad de infección y además se transmite tanto por contacto como por el aire. Para ello, el virus no vuela libre como una mariposa, sino que las partículas del virus deben ser transportadas en pequeñas gotas de agua, que se generan al toser o estornudar, pero también al hablar o respirar.

Estas pequeñas gotitas, llamadas gotas de flügge, pueden tener distintos tamaños, pero suelen variar entre 0,5 y 10 micras (µm). Esto es importante para entender el funcionamiento de las mascarillas. Una micra es la milésima parte de un milímetro. Al respirar, estas pequeñas gotas invisibles pueden entrar en nuestro organismo. Por eso es necesaria una barrera protectora: la mascarilla.

Pero estas gotas con virus terminan depositándose en cualquier superficie cercana y objeto; al tocar cualquiera de estos objetos el virus puede pasar a nuestras manos. Y si nos tocamos la cara o la boca, el virus puede entrar a través de la mucosa de la boca o de los ojos. Por eso es tan importante el lavado y la desinfección de manos de forma reiterada. Del mismo modo, es muy importante no tocar la parte externa de la mascarilla cuando la llevamos puesta, ya que estaríamos contaminando nuestras manos si hay partículas del virus en la mascarilla.

¿Cómo funcionan las mascarillas?

Las mascarillas suelen tener una fina capa de fibras entrelazadas, no tejidas. Cuando una partícula suspendida en el aire pasa a través de esa capa, y choca con una de esas fibras o pasa muy cerca de ella, se queda adherida a la fibra mediante unas fuerzas de atracción que se producen a nivel microscópico, llamadas fuerzas de Van der Waals. Cuanto más tupida sea la capa filtrante, más efectiva será la mascarilla, pero al mismo tiempo, más difícil será respirar, puesto que el aire pasará con mayor dificultad. Existen mascarillas con filtros especiales capaces de filtrar moléculas muy pequeñas, pero requieren de respiración asistida, porque se hace muy difícil respirar a través de esos filtros.

Tipos de mascarillas

Hay muchos tipos de mascarillas, según para qué finalidad están diseñadas, pero los tipos básicos de mascarillas relacionadas con la prevención de la infección por coronavirus (y también para otros virus como la gripe, o para bacterias) son éstas:

Mascarillas autofiltrantes

Son consideradas equipos de protección individual (EPI). Podemos dividirlas en varios tipos según su capacidad de filtración:

  • Mascarillas FFP1: se utilizan para filtrar alergenos como el polvo y productos no tóxicos; son las de menor capacidad de filtración (78%). No se recomiendan para uso médico.
  • Mascarillas FFP2 (equivalentes a las mascarillas N95 y KN95): tienen una eficacia de filtración mínima del 92% y son útiles frente a aerosoles, como los formados por las pequeñas gotas que contienen el virus.
  • Mascarillas FFP3: tienen una eficacia mínima del 98% y son utilizadas frente a aerosoles de alta toxicidad, como algunos productos químicos tóxicos. Son más caras y difíciles de conseguir que las FFP2.

Las mascarillas autofiltrantes pueden o no contener una válvula, que mejora la respiración, al permitir la salida de aire con facilidad. Esto es útil cuando se utilizan en entornos de trabajo calurosos por ejemplo, pero no es una característica deseable en la prevención de la Covid-19, puesto que expone a la infección a todas aquellas personas que rodean a quien la lleva puesta. Por este motivo, las mascarillas con válvula están específicamente desaconsejadas, incluso ha llegado a prohibirse su uso en los lugares en los que es obligatorio el uso de mascarilla.

Las mascarillas autofiltrantes FFP2 y FFP3 protegen tanto al usuario que las lleva puestas como a quienes le rodean.

Mascarillas quirúrgicas

Mascarilla quirúrgica
Mascarilla quirúrgica

Las mascarillas quirúrgicas, como su nombre indica, son las utilizadas por los profesionales médicos en cirugías y otros procedimientos médicos, para proteger al paciente de posibles infecciones. También sirven para que los pacientes y otras personas las lleven para reducir el riesgo de propagación de infecciones, especialmente en casos de pandemias como la COVID-19. Sirven de barrera para evitar la emisión de gotículas al toser o estornudar.

Según su eficaia de filtración bacteriana (BFE), las mascarillas quirúrgicas se clasifican en Tipo I (BFE≥95%) y Tipo II (BFE≥98%). Existe otro tipo, llamado Tipo IIR, que además es resistente a las salpicaduras de sangre y otros fluidos que podrían contener patógenos.

Estas mascarillas son adecuadas para prevenir que una persona infectada contagie a personas sanas, pero su eficacia para prevenir el contagio del portador de la mascarilla es más limitada.

Mascarillas higiénicas

Mascarilla higiénica
Mascarilla higiénica (textil)

Las mascarillas higiénicas, también denominadas mascarillas de barrera, están compuestas de una o varias capas de material textil. El objetivo de su uso durante la pandemia ha sido prevenir la transmisión de la enfermedad por parte de los infectados asintomáticos, es decir, para proteger a los demás de quien la lleva puesta. No obstante, también tienen cierto grado de protección para quien la lleva puesta, aunque menor que las FFP2 y las quirúrgicas.

Las mascarillas higiénicas no se consideran EPIs ni productos sanitarios.

Otras mascarillas y dispositivos de protección

Durante la etapa más dura de la pandemia ha sido muy difícil encontrar productos de higiene y de protección, como gel hidroalcohólico, guantes y mascarillas. Incluso el personal sanitario de los hospitales carecía de los elementos de seguridad básicos. Por ese motivo aparecieron diversas iniciativas para paliar la carencia de equipos de protección. Se normalizó el uso de mascarillas de tela caseras y de pantallas de protección.

Las mascarillas caseras obviamente no cumplen los tests que exige la normativa europea para considerarlas seguras. Así pues, lo que en su momento fue un salvavidas, porque no había otra opción mejor, ahora no es recomendable.

Y en cuanto a las pantallas de protección, hemos visto a médicos y enfermeros llevarlas puestas además de la mascarilla. Algunos incluso llevaban 2 mascarillas y la pantalla de protección. Es una barrera más, pero sólo es útil para evitar salpicaduras o gotas gruesas. Las pequeñas gotas de flügge están en suspensión en el aire, y el aire rodea a la pantalla de protección con facilidad, permitiendo la entrada de estas gotitas. Por ello, las pantallas de protección no son adecuadas por sí solas para prevenir el contagio.

¿Cuál es la mejor mascarilla?

En base a todo lo expuesto, nuestro ranking de las mejores mascarillas es el siguiente:

Mascarilla KN95
Mascarilla KN95
  1. Mascarilla FFP2 / N95 / KN95: Aunque es más cara que las quirúrgicas, es nuestra favorita, por su elevado grado de protección.
  2. Mascarilla quirúrgica: La segunda opción. Si no es posible utilizar una FFP2, debido a la dificultad para respirar, una mascarilla quirúrgica puede ser la mejor alternativa. Protege a los demás, y en menor grado a quien la lleva puesta.
  3. Mascarilla FFP3: la que mayor protección proporciona, pero es más cara, más difícil de encontrar y puede que su respirabilidad sea la peor de todas, debido a su mayor capacidad de filtración.
  4. Mascarilla higiénica: Las hay de todos los colores y con todo tipo de estampados. Son las más atractivas estéticamente, pero nuestra valoración se basa exclusivamente en el nivel de protección. Algunas mascarillas higiénicas tienen la ventaja de ser lavables y reutilizables, lo que las convierte en mascarillas más económicas, puesto que duran más. El fabricante debe indicar en el envase el modo de lavarlas y tras cuántos lavados mantienen su eficacia.

¿Protección total?

Para terminar, te ofrecemos algunos consejos para mejorar el grado de protección frente al coronavirus. La protección total no existe. Ninguna mascarilla protege al 100%. Incluso una hipotética vacuna podría no ofrecer una protección completa. Así que debemos tomar todas las medidas posibles para minimizar el riesgo de contagio, y acostumbrarnos a tener cuidado.

Lavado de manos
Es muy importante lavarse las manos con frecuencia
  1. Ponte la mascarilla correctamente: debe cubrir desde la barbilla hasta la nariz. De lo contrario no es efectiva.
  2. No toques la parte externa de la mascarilla. Si te la tienes que quitar y poner, cógela por las gomas y evita que la parte exterior (la que podría estar contaminada) toque cualquier otra cosa.
  3. Lávate las manos con frecuencia y utiliza gel hidroalcohólico u otro producto antiséptico para higienizar tus manos, sobre todo después de tocar mangos de puertas, carritos del supermercado, o cualquier otro objeto que pueda estar sucio.
  4. Mantén la distancia social. Cuanto más cerca estemos unos de otros, más fácil es que se propague la enfermedad.

Bibliografía

Utilización de mascarillas. COVID-19. Informe técnico. Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

AM Wilson et al. COVID-19 and use of non-tradition masks: how do various materials compare in reducing the risk of infection for mask wearers? Journal of Hospital Infection 105 2020 (640-642)

Instituto de Salud Carlos III. Mecanismos de transmisión del coronavirus SARS-CoV-2

¿Cómo funcionan las mascarillas de protección respiratoria? (investigaciónyciencia.es)

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